sábado, diciembre 16, 2006
Corto y cierro
Ya es sábado, tercero de diciembre, último para este blog que se apagará en el mismo momento en que a tecla enter acepte este texto.
Se acaban las palabras para todos y toca encogerme, implosionar y mirar hacia dentro. Gracias a los que habéis estado leyendo a cada entrada mis ideas y pensamientos. Ahora necesito que sean solo para mí.
Nos vemos en la próxima vida cibernética, si es que la hay. Corto y cierro.
HIEROFANTE
martes, diciembre 05, 2006
Entrada 121
Un martes cualquiera de diciembre, llueve como en Jaén suele hacerlo cuando mamá naturaleza nos lo da; viento acompaña la jornada, música natural para los oídos que miran tras las curiosas ventanas.
Suena Elenita Bugedo (yo soy así de cariñoso con ella) y me cuenta sus Intimidades al calor de una pequeña estufa que se presenta como mi mejor amiga en lo que queda de noche. Una partida a la carta blanca empezada y a medias, programas abiertos con la fe de no utilizarlos al menos hasta mañana. Páginas, noticias, el Barça ganando me dice la SER y una revista de maestros en mi rodilla.
Quién necesita la melancolía si no es para empujarla en ese hueco que tienes con un mínimo de espacio. Si hay sonrisas apagadas, nudos en la garganta o simplemente ojos que escuchan corazones, todo en este momento merece la pena.
Y voy a coger ese juguete que aun queda sobre el armario y le miraré las ruedas como hacía no hace mucho, para ver que tiene dentro. Hay cosas que no cambian. Ni los cambios, fíjese usted.
(Veréis, de pequeño, yo llegué a ser guapo; ya se sabe que el paso del tiempo degenera...)
¡¡Noticia de última hora!!
Se encontró la solución a la tristeza definitiva, un grupo de científicos lo ha confirmado hace escasos minutos; para demostrarlo, elaboraron un video en el que se expone la solución.
Vean, vean... y disfruten.
Vean, vean... y disfruten.
Cositas
ESTAR EN TI
Yo no entro en ti para que tú te pierdas
bajo la fuerza de mi amor;
yo no entro en ti para perderme
en tu existencia ni en la mía;
yo te amo y actúo en tu corazón
para vivir con tu naturaleza,
para que tú te extiendas en mi vida.
Ni tú ni yo. Ni tú ni yo.
Ni tus cabellos esparcidos aunque los amo tanto.
Sólo esta oscura compañía. Ahora
siento la libertad. Esparce
tus cabellos. Esparce tus cabellos.
Antonio Gamoneda
domingo, diciembre 03, 2006
Escribir, jugar o callar y disfrutar
Suena Triana de fondo, Sevilla, el sol nos acerca la verdad del día. Una voz me canta desde la habitación de al lado. Costumbrismos a la puerta de casa; churros y fútbol, vocerío y grada vacía.
Bocadillos y parque de María Luisa, obligaciones entre ambiente malevaje. Circunstancia y vivencia, obligación y olvido, ternura y capricho. Bocadillos y parque de la Expo; tiempo perdido parcialmente, taras en las palabras que se recuestan en el césped. Balones de fútbol que rebotan entre piernas infantiles, sin nombre al cual gritar.
Hijos del agobio, familia del momento y del lugar, transmisores del que será y que quiero hacer; tragaderas de mil vinos e hiel. Ázucares quemados ocultos tras la suela del tiempo.
Bocadillos y parque de María Luisa, obligaciones entre ambiente malevaje. Circunstancia y vivencia, obligación y olvido, ternura y capricho. Bocadillos y parque de la Expo; tiempo perdido parcialmente, taras en las palabras que se recuestan en el césped. Balones de fútbol que rebotan entre piernas infantiles, sin nombre al cual gritar.
Hijos del agobio, familia del momento y del lugar, transmisores del que será y que quiero hacer; tragaderas de mil vinos e hiel. Ázucares quemados ocultos tras la suela del tiempo.