lunes, agosto 21, 2006
Bobos
Todos y ninguno. La solución estaba en sus mentes y en ninguna parte. Sonrieron, sabían que de ahí no saldría, para bien o para mal.
Y quedóse el mundo hastiado, esperando la respuesta a tantas y tantas preguntas; mientras, ellos sonríern bobalicones, sentados en el sillón real mirando de frente su irrealidad.
Y quedóse el mundo hastiado, esperando la respuesta a tantas y tantas preguntas; mientras, ellos sonríern bobalicones, sentados en el sillón real mirando de frente su irrealidad.