martes, septiembre 05, 2006
Final alternativo

Cogió una silla de la terraza de al lado y la lanzó contra el cristal para llamar su atención. El cristal no cedió y su frustración fue mayor. Apretó los puños y cogió otra silla y esta vez si la lanzó con fuerza, tanta que rompió la cristalera. Sus miradas se fijaron en el cuerpo semidesnudo y fofo del improvisado vándalo y tan solo el camarero mostró una mueca de desagrado.
Ella rozó su copa y volvió a mirar a su hombre de esta noche; aun quedaban dos copas que invitar.