domingo, diciembre 03, 2006
Escribir, jugar o callar y disfrutar
Suena Triana de fondo, Sevilla, el sol nos acerca la verdad del día. Una voz me canta desde la habitación de al lado. Costumbrismos a la puerta de casa; churros y fútbol, vocerío y grada vacía.
Bocadillos y parque de María Luisa, obligaciones entre ambiente malevaje. Circunstancia y vivencia, obligación y olvido, ternura y capricho. Bocadillos y parque de la Expo; tiempo perdido parcialmente, taras en las palabras que se recuestan en el césped. Balones de fútbol que rebotan entre piernas infantiles, sin nombre al cual gritar.
Hijos del agobio, familia del momento y del lugar, transmisores del que será y que quiero hacer; tragaderas de mil vinos e hiel. Ázucares quemados ocultos tras la suela del tiempo.
Bocadillos y parque de María Luisa, obligaciones entre ambiente malevaje. Circunstancia y vivencia, obligación y olvido, ternura y capricho. Bocadillos y parque de la Expo; tiempo perdido parcialmente, taras en las palabras que se recuestan en el césped. Balones de fútbol que rebotan entre piernas infantiles, sin nombre al cual gritar.
Hijos del agobio, familia del momento y del lugar, transmisores del que será y que quiero hacer; tragaderas de mil vinos e hiel. Ázucares quemados ocultos tras la suela del tiempo.