lunes, julio 31, 2006

Luisi

´De camino al cielo a la Luisi se le olvidó pagar la última letra de la escalera que compró. El vendedor enojado y con la consabida malafollá jiennense, despojó en el penultimo peldaño de la cima a la pobre Luisi.

Y calló durante miles y miles de metros, atravesando nubes y claros. "No hay mal que por bien no venga", dijo ella, "al menos por unos instantes, estaré volando". Su sonrisa no se acababa nunca pensó el de arriba, asi que al caer, no murió, rota por el golpe si no que se vió envuelta en una burbuja que la protegió de casi el total del golpe.

Y digo casi porque la burbuja explotó, dejando un último impacto para el cuerpecito de la Luisi. El de arriba que no quería que sucediera lo peor, la hizo líquida por unos momentos, rompiendose en varios pedazos que cayeron al claro de bosque.
Nunca más fue la misma: los pedacitos formaron pequeñas Luisis con vida propia y caracteres diferentes. Todas ellas regaron el campo durante toda la eternidad; a veces mucho y con muchas flores y otras con menos. Pero siempre con la alegría que había hecho que el de arriba la dejara vivir como eterna gota feliz de agua.

Un día sí, un dia...

Cada dos dias miras mi blog, entras pensando qué tontería habrá escrito este hombre ahora. Cada dos dias te cambia la cara intentando descifrar un segundo significado en cada una de las palabras.
Cada dos dias le das al ratón un sentido favorito, un momento acostumbrado, una lectura obligada.
Cada dos dias te acercas a mi y me dices hola sin decir nada, leyendo los segundos que gasté en escribir esto.

3:40

Todo el mundo tiene un color o un número de la suerte; a cualquier persona que le preguntes te dirá, "yo no creo en esas cosas pero sin duda escogería el cuatro", o el siete, o el rojo o el verde. Es una costumbre popular el simbolizar las preferencias mediante esta especie de arte matemático. Colores y números.

Para mí no es ni un número ni un color, mas bien una hora: 3:40.

A esa hora justamente miro el vaso medio vacío y después a Raul, mi barman y decidimos si tomo otra o nos vamos, a esa hora me acuerdo de mi amigo Ernesto y grito de pensamiento aquel comienzo mítico de la ya nombrada canción de Ankhara, a esa hora cada noche, mis ojos se desvelan y proponen una nueva forma de cambiar el mundo; lástima que siempre al minuto siguiente se cierran por completo y se olvida el buen propósito, al menos, hasta las 3:40 del día siguiente.

PD: para los morbosos que leéis hasta la hora de publicación de lo que escribo, no, no son las 3:40 sino las 2:35 de la madrugada. ;)

martes, julio 25, 2006

Romanticismo oscuro



Quien le diría que no a la mujer con las uñas más mortales del universo DC, está claro que solo un hombre, Batman podría rechazar una oferta como esta. La noche es larga aún y la espera del depredador tendrá sus frutos... o es que acaso creen que el gato se agazapa para dormir.

lunes, julio 24, 2006

Sueños


No pagó la zona azul y era el último punto que le quedaba en la guantera. Mire usté señor de la grúa, soy policía y sin mi coche no podré ejercer correctamente. "Ese no es mi problema" dijo el amable trabajador dandole un papelito de color rosa.

Dulce sueño (Fetichismos II)


Entre el alba y el anochecer existe un tiempo de reflexión que se demuestra andando; cuando cae el sol y las estrellas muestran el esplendor del verano raso, una mano imagina lo pasado. ¡Cuántos besos y caricias ocurrieron junto a mi amado!

Otra más, Johnny

El hombre solitario terminaba su tercera copa de bourbon con un escaso hielo en el vaso, su mirada no se torcía de la pulida barra de madera. Mientras, la extraña pareja, formada hace cinco copas de whisky para él y cinco vinos para ella, hablan de filosofía, maneras de vivir y de abrazos.

El camarero recoge los últimos vasos y los mete en el lavaplatos; en ese instante se dirige a los clientes de la esquina, la extraña pareja: señores vamos a cerrar, si desean algo más, este es el momento.

Dos vasos de whisky calientes con un escaso hielo, rellenos del preciado licor. Dos hombres que se arriman, un vestido rojo que cruza la acera; "amigo, a esta invito yo".

viernes, julio 21, 2006

Avispas

Sobrevolar el objetivo es cosa fácil para la avispa, buscando la humedad del sudor. Se posa peligrosa sobre el cuerpo deseado, inerte, nocturno y durmiente.

Restriega sus patas una contra otra y tras fijar su vista en el lugar exacto, alza su parte trasera y clava profundo, muy profundo el aguijón.

Sobresalto de la víctíma que ve como el veneno se introduce en su interior de una manera dolorosa. Surca el cuerpo desde la herida hasta llegar al corazón; veneno inoculado por venganza y a traición. Ahora tocan unas lágrimas y pomada y restregón.

No hay nada que dure eternamente y menos, una picadura de avispa.

jueves, julio 20, 2006

Verano

El verano es como esta foto. Piénselo bien estimado lector y encontrará todas las claves, sudores y placeres del estío.

Belle Tenebrosa


En la oscuridad del callejón miraba sus ojos sin parpadear, el humo de su cigarrillo era la única luz de referencia; sabía que delante de mi estaba ella, intermitente, solitaria, peligrosa y desconocida.

Ironía del destino: mirarle solo a los ojos me costó no ver su mano acechando la culata de un revólver; directa a mi pecho, su mirada lanzó dos balas. Corazón abierto en la noche. Menuda forma de enamorarse.

miércoles, julio 19, 2006

Quién engañó a Supermán.

El acomodador del cine entró por enésima vez a la sala; en esta sesión tan solo habían pagado su entrada dieciséis personas para ver a Supermán. Daba igual, cuanta menos gente, más ruido, risas y molestias para aquellos que aman el cine.

Cine Cervantes sesión de las ocho y media, un niño comienza a hablar como si estuviera en el salón de su casa jugando con sus Pokémon, y mientras tanto, los demás, aguantando. Lo gracioso es que la culpa no fue del niño, ni mucho menos un chico de seis años aproximadamente puede conocer cual es el comportamiento en un cine por ciencia infusa. Los padres, cómplices de este asesinato de tiempo y dinero, callados como inconfesos, permitían que su sique avanzara hasta el estado de chulería y consentimiento que más tarde achacarán al colegio y mas tarde aún, si llegan, al instituto.

Y para eso estaremos los maestros, profesores y educadores, para aguantar la falta de educación que supuestamente no se aprehende en los centros de enseñanza.

Como colofón, en la última escena, el celuloide dijo hasta aquí hemos llegado y reivinidicó su importancia en una situación como esta; pasó lo que tenía que pasar: como todos los que allí estabamos, el rollo de película (de aburrida nada, no me malinterpreten que ya les estoy viendo) acabó quemándose.

lunes, julio 17, 2006

Cadenas


Escribir sin título y recibir por los oídos la música que escuchaste de fondo en aquella película romántica; agua, aceite, calor helado, músculo hambriento de sueño.

Mar, este año no te he visto aún, te extraño como te extrañan los bajos de mi pantalón vaquero, deudor de mil sentadas a la luz de los mosquitos complacientes: quién fuera mosquito para vivir pegado al calor de la sangre, morir pleno, lleno de lo que más amas y volar.

Volar, acto que sería mi último acto si supiera la fecha exacta del fin. Como lo lees amiga lectora, curioso lector; si conociera el momento exacto del fin del mundo, subiría alto muy alto cercano al mar que me vio barrer castillos de arena y desde arriba coger carrerilla, saltar y respirar hondo muy hondo, tanto que la vista se haga borrosa en el momento justo en el que moriré volando.

Y dejemos la muerte a un lad, no sea que se de cuenta y nos mire. ¿Estará presente en la red? En mi opinión, sí, como lo están la vida y las risas, como el agua, el aceite, el calor helado, músculo hambriento de sueño.

sábado, julio 15, 2006

NP


Imágenes borrosas entrelazadas a una mala calada. Serpentean las piernas los cuadrados inertes, tras la puerta sonrisas y maldad; gritos, llantos humor que escuece los verdaderos ojos tristes.

Y tú por la calle, borracho, arrepentido, intentando llegar hasta tu silueta con maneras de fiel caballero.



(La foto no es mía, a quién corresponda, gracias por la inspiración).

domingo, julio 09, 2006

Luna llena


El otro día escuché el símil mas cruel y a la vez mas gracioso que me han dicho nunca. "Tio, eres como la luna llena: blanco, redondo y solo entre estrellas". mi respuesta no fue otra que reirme.

De qué o de quién me reí, lo dejo como vana incognita. El caso es que el amigo de marras, sincero hasta doler, llevaba razón. Incluso se le olvidó mencionar los eclipses, que también ocurren en determinadas ocasiones, las ramas de los árboles que no permiten siquiera ver en que lugar se encuentra el satélite o los ojos cerrados que se niegan a mirar alto, allí arriba, intocable a la luna.

Demasiado alto y no veo nada, todo está ahí abajo y cuando el sol decide dejarse ver, es cuando cumplo la condena. Solo en determinados días puedo mirar con orgullo al sol, en su cielo azul claro; es en ese momento en el que me planteo si tiene algo de malo ser luna llena, satélite de sangre.

Frágiles

Horas tiernas, nuevas en el calendario del segundo instante. Plácidos momentos en compañía de mis sueños, oscuridades dignas de una buena canción de rock. Tambores de guerra, luna llena; necios en busca de penas que ahogar y yo, de nuevo acompañado, de la mala vida.

Sole, que le llamo a Soledad, dulce estar, confianza ciega en aquellos que no están, que volverán, que vendrán, que conoceré y que olvidaré. Sole, que le llamo Soledad.

Y cuando las costillas terminen de crujir y los dientes se angulen hasta que les sea propicio el canibalismo, entonces, aullaré a los que están. Que no sea que confundan mis pieles de lobo con las de alguna oveja.

sábado, julio 08, 2006

Renacimiento

Dentro de unas escasas dos horas, seré uno más en el mundo hace ya unos años; me explico: mañana es mi cumpleaños. Ese día en el que te propones renacer, comenzar de nuevo y tratar a la vida con un poco más de respeto.

Alguna vez lo conseguiré.

lunes, julio 03, 2006

Retoques a contra luz


Fetichismos (1)

Apoyada en el quicio de la cordura, desafiando al gran maestro, el viento. Fumando ese último cigarrillo, tranquila, serena. El sol se acerca por tu espalda, avisando al mundo que estás ahí arriba. La mañana será movida. Qué culpa tendrás tú, de ser feliz viendo a la ciudad amanecer sentada al borde de la locura.

Nocturna

A cada estación le corresponde un momento del día. Para mí, el verano se merece la noche.

Puede que la lluvia sea preciosa a la luz de las farolas, o que la noche nevada se convierta en quimera de enamorados primerizos; para mi, la noche del verano cambia mis esquemas de vida.

Escribo de noche, leo de noche. Veo la televisión de noche, cuando en otro momento ni la vería. Y es de noche, cuando el sudor cesa hasta el primer alba, cuando pienso en lo acontecido, lo pasado. No empieza el año el día uno de enero, empieza en septiembre, tras pasar la temporada. Y el verano es el anuario, el momento de hacer cuentas, de pensar cuánto has crecido en todos esos sentidos que aun no encuentras.

Nocturnas son mis palabras y la gente que las lee. Aquellos búhos blogueros, que entre favorito y favorito, pinchan en esa última entrada, para comentar, qué fresquita es la noche.

Gracias a Blogger